Los sarcomas son los tumores malignos que se origen en las células constitutivas de las estructuras de sostén del organismo, incluyendo los distintos tipos de estructuras grasas, tendinosas, fibrosas, vasculares, óseas, articulares y musculares. Las variedades de tumores originadas en estas estructuras son muy numerosas (se han descrito más de un centenar de variantes histológicas entre los tumores de este grupo), y su comportamiento y, por tanto, su pronóstico, son diversos y variables.
El tratamiento, por tanto, varia de unas lesiones a otras; en general, la combinación juiciosa (y adaptada al tipo y la extensión tumorales) de cirugía, radioterapia y quimioterapia se ha traducido en un mejor control local de las lesiones e incremento de las tasa de supervivencia media y supervivencia a largo plazo, incluso en casos en que el tumor se ha diseminado (por ejemplo, tasas de supervivencia a largo plazo del orden de 20-40% en los casos de metástasis pulmonares resecadas).
Los tumores del estroma gastrointestinal (GIST) constituyen un tipo de tumor que se origina en las células de los plexos intestinales, y que pueden producirse en cualquier localización en el tubo digestivo, aunque su incidencia es máxima en estómago. Están originados por mutaciones genéticas bien conocidas, y su agresividad es variable, en relación hoy en día perfectamente conocidos (localización, tamaño, mitosis, mutación constitutiva). Su tratamiento está hoy en día perfectamente estratificado, jugando la cirugía un papel fundamental en su control y curación.