Enfermedad inflamatoria intestinal (Enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa):
Ambos procesos se caracterizan por la inflamación de distintos segmentos del tubo digestivo. La colitis ulcerosa sólo puede afectar a colon y recto (ya sea de forma sectorial o total), en tanto que la enteritis regional, o enfermedad de Crohn, puede afectar a todo el tubo digestivo, desde la boca hasta el ano. Su causa es desconocida, y su tratamiento es habitualmente médico en los inicios de los procesos. La cirugía juega un papel fundamental cuando el tratamiento deja de ser efectivo, y en el caso de las complicaciones.
Divertículos y sus complicaciones
Los divertículos pueden asentar en cualquier localización del tramo digestivo, desde el esófago al recto, y son debidos a la lesión de la capa muscular del tubo digestivo, que permite la herniación de la capa interna (mucosa) del conducto intestinal a través del defecto resultante de la lesión muscular. Habitualmente son asintomáticos, puede producir síntomas cuando se inflaman, o debido a su acumulación en áreas concretas del conducto intestinal, lo que ocurre con mayor frecuencia en el caso de los divertículos de colon. Pueden requerir tratamiento quirúrgico si los procesos inflamatorios se repiten, o en caso de complicaciones (perforación, abscesos, fístulas…).
Tumores benignos intestinales y mesentéricos
Los tumores benignos intestinales pueden depender de cualquiera de las capas del intestino (mucosa, muscular y serosa), o de las estructuras vasculares y nerviosas contenidas en él. A excepción de los pólipos, son lesiones poco frecuentes, que se diagnostican incidentalmente en el curso de exploraciones efectuadas por otras causas, o por causar síntomas derivados de la obstrucción o el sangrado intestinal, o a causa de una masa perceptible desde el exterior. Su tratamiento es quirúrgico.
Los pólipos intestinales son lesiones dependientes del la capa mucosa del tubo digestivo, y pueden originarse en cualquier localización. Cierto tipo de pólipos presenta riesgo de degeneración maligna, en particular en el colon, y son a veces originados por alteraciones genéticas; una vez diagnosticados, deben ser controlados y extirpados mediante endoscopias repetidas a intervalos adecuados. Los tumores mesentéricos son aún más raros, y su diagnóstico es a veces incidental, otras debido a síntomas derivados del efecto de masa, o al compromiso del curso intestinal. Su tratamiento es fundamentalmente quirúrgico.